REALIDAD


Sueño con viajes indeterminados

Con aventuras sin lugar ni tiempo,

Sueño contigo y tu piel cálida

En el silencio de mi extraño reino.

Busco mis manos mientras camino

Para saberme soñador y decidir la ruta,

Busco el control de mis delirios

Pero el olvido me atrapa de nuevo.

El tiempo se detuvo entre siglos o quizá segundos

Desbordo la realidad el sentimiento

Las distancias se tornaron cercanía

unidas entre el caos nuestras esencias.

Viajé en el viento hasta tu lecho

Para encontrar entre sabanas tu tórrida mansión,

El ensueño embriago los sentidos

Y cual brumosa noche en declive, la cordura huyó.

El tiempo prosiguió su infalible marcha

La luz matinal destruyó el reino

Acabando con el viaje y la ilusión;

Despertar fue la fría recompensa

A ese viaje cierto, sin dirección.

Diego E.

“LA PODEROSA”


La mayor, y más fuerte parte de mi cuerpo, tuvo que pasar por un largo proceso para llegar a la forma que hoy poseo; fue producida en su forma primordial, por la tierra, las rocas y el agua, que se combinaron de muy distintas maneras y durante muchísimos años para crear mi elemento fundamental, que fue extraído en forma bruta, hace algunos años de una lejana montaña rocosa, después de eso, gracias al calor y la fuerza; mi cuerpo nació en una gran forja, de donde surgieron muchas como yo. Tengo imágenes borrosas de esos sucesos, pero lo que no olvido, fue cuando me dieron mi primera pulida, y después mi primer color, era un color azul que me quedo muy bien, según las compañeras que me rodeaban; aun no podía moverme, y eso me entristecía, pero la pena no duro mucho, ya que en ese mismo día me dotaron de movimiento, con unas extremidades muy practicas que me permitirían desplazarme rápido, según comentaban las mas veteranas en ese sitio; así que apenas me las colocaron, no dude en tratar de moverme, a mi primer intento caí hacia mi lado izquierdo inevitablemente. Fue una desoladora noticia saber que nunca podría llegar a moverme por mi misma, que necesariamente debía ser empujada por la fuerza de otro ser, de un ser que seria mi dueño; al día siguiente me llevaron a otro sitio que era muy grande y lleno de luces y, coloridas pero aburridas compañeras que me rodeaban, todas estaban cansadas de esperar por meses a que alguien las eligiera y se convirtiera en su amo, pero nada, algunas por efecto del polvo y la luz, ya no se veían tan bonitas, pero debían estar ahí, esa era su condena.
No se bien si la suerte me acompaño, o las cosas debían suceder así, pero lo extraño, es que yo no tuve que esperar casi nada; el mismo día que me llevaron a ese gran sitio, unos minutos después de escuchar las quejas de mis compañeras y preocuparme por lo que me esperaba, apareció un ser joven y sonriente, que después de pasar una mirada sobre todas nosotras, decidió escogerme, y me llevó con el. El día siguiente fue uno de los mas felices de mi vida, ya que por fin, bajo su mando, pude entender para que estaba hecha, me moví rápidamente, muy rápidamente sobre muy distintos terrenos. El primero era duro, liso y gris, el otro, oscuro e irregular, lleno de piedras y baches; ese terreno me gusto mas, por que gracias a mis suaves extremidades no me lastimaba, pero si ponía prueba la fuerza y elasticidad de mi cuerpo; al final del día, después de haber recorrido varios caminos, quede sucia pero feliz y agotada; esa era la vida que me merecía, yo estaba hecha para el movimiento, para la velocidad, y el amo que me había escogido compartía conmigo esa naturaleza.
Por momentos, en esos caminos interminables, mi amo y yo nos fundíamos, entonces me convertía en una extensión de su cuerpo, juntos éramos capaces de las mas osadas aventuras; hasta que llego un día que me apena recordar, ya que ni mi amo, ni yo, salimos bien librados: Era una mañana fría pero clara, el amo escogió una ruta nueva, por la que nunca nos habíamos aventurado, el camino era un poco mas difícil de lo acostumbrado, era una gran pendiente llena de pequeñas piedritas que no permitían que yo me aferrara bien al suelo, y después de subir durante mas de dos horas, por fin llegamos a la cima, mi cuerpo se había calentado por el esfuerzo y el de mi amo emitía vapor y liquido; descansamos un rato y el amo decidió que tomáramos una pendiente muy empinada para bajar la montaña. Al principio fue la cosa mas divertida, ya que agarramos mucha velocidad, y saltábamos juntos las rocas, troncos, raíces y pequeños morros, pero en un momento, cuando mas rápido íbamos, algo fallo en mi, y mi amo perdió el control sobre mi cuerpo, y aunque yo trataba de obedecerle, me era imposible, ya que se había caído una parte de mi, mas exactamente una parte de mis frenos, y debido a eso, no podía cumplir la orden de disminuir la velocidad, fue así como en una curva no pudimos esquivar una piedra, y salimos volando por varios metros hasta estrellarnos contra unos maderos y rocas que estaban en la cuneta del camino. Ese golpe me dolió muchísimo y creo que a mi amo también; el se fracturó un brazo, se luxó la pierna y se hirió el pecho contra las piedras; yo por mi parte, termine con las llantas torcidas, el tenedor partido, un pedal inservible, la guía rota y la pintura pelada; debimos esperar casi medio día en ese sitio hasta que apareció un carro que nos trajo de vuelta a la ciudad, mi amo sobrevivió y por lo visto yo también. El tardó un poco mas en recuperarse pero ya esta nuevamente listo para la acción, y vino a recogerme al taller donde me dejó para que me mejoraran, y aunque al principio me sentí culpable por lo que nos había pasado, mi amo con su preocupación por mi, me hizo entender que no era culpa mía, y que lo importante es que sobrevivimos; que “La Poderosa” y su amo, están listos de nuevo, para devorar juntos todas las trochas, caminos y carreteras del hermoso Nariño.

Diego E.